Yoel
Eduardo no puede dormir, ni siquiera puede caminar, es medianoche en Avenida
Corrientes y está estacado en la puerta el teatro. No dará un paso hasta recuperar
la atención de Karina Jelinek. Enciende el WhatsApp:
Yoel
Eduardo: Negrita, con vos todo bien (pulgar para arriba)
Karina
Jelinek: NO ME CABIO
Yoel
Eduardo: Se qué te falta y te lo puedo dar
Karina
Jelinek: Cuánto????
Yoel
Eduardo: 35, parece poco, pero es potente
Karina
Jelinek: Ja!
Yoel
Eduardo: Está en Abasto, subte y bondi lo más rápido para llegar a Ideas del
Sur.
Karina
Jelinek: No toy tan apurada
Yoel
Eduardo: Si salís temprano, vas contra el tráfico.
Karina
Jelinek: Ahora????
Yoel
Eduardo: La mejor hora. Te tengo que dejar.
Karina
Jelinek: NOOOOOO (carita con beso).
Yoel
Eduardo: (carita con beso) (carita con beso) (carita con beso)
Karina
Jelinek: Contameeee
Yoel
Eduardo: 35 metros cuadrado, monoambiente, entramos perfecto, vas a ser la
Reina del Abasto, yo te voy a salvar, ese pelotudo no te va a dejar sin
casa.
Karina
Jelinek: K dicí!!!!
Yoel
Eduardo: (Brazo musculoso)
Yoel
Eduardo se desconecta, está pleno, sabe que metió un gol de media cancha,
pero que no tiene ganado el partido. Corta para festejar, con su hinchada, como
se debe. Los paneles LED de la luminaria de Avenida Corrientes le ofrendan
abrazos de plata en el trayecto de regreso, desde el Centro al Abasto.