viernes, 18 de abril de 2014

Surcos de vinilo (y del adiós)

Una tarde, mi viejo me hizo escuchar a Piazzolla. Fue al día siguiente de cruzar al maestro por la calle Florida, a la salida del Pumper Nic, en nuestra visita mensual a Buenos Aires. El LP corrió y, cuando llegó el momento de esta canción, se le llenaron los ojos de lágrimas. Lo miré de reojo, sin entender que estábamos sellando un pacto futuro de llanto y ausencia.https://www.youtube.com/watch?v=wqSxwWgpE6A