jueves, 6 de marzo de 2014

Rusos y efecto lecto-físico

Una escritora, de cuyo nombre no me acuerdo, me avispó de algo: leer durante diez años literatura rusa te encapsula en una falla espacio temporal que, por ejemplo, no te permite saber qué pasó (durante ese período de experiencia lecto-física) en el mundo literario.
Desde la biblioteca, los lomos de los libros de Fedor y sus paisanos, a partir de anoche, ya no me resultan lo mismo.
Los contemplo con excitación contenida.
Cuando ya no sepas nada de mí y yo empiece a no enterarme nada de vos, espero te consuele saber qué dimensión paralela me contiene.