jueves, 15 de marzo de 2012

Mi película contada


El portal de cine español "De qué va la peli" me pidió que en pocos segundos cuente una película. Me vino a la cabeza El artista, de Cohn y Duprat. Allí actúa Alberto Laiseca. Un maestro del arte.
Para verlo: http://www.dequevalapeli.com/peliculas/ver/MTA0Nw==

Héroe fatal, mi cuento en miNatura 117 - Licantropía



Ya salió el número 117 de revista miNatura. En esta oportunidad está dedicada a los hombres/mujeres lobos/lobas.
http://www.servercronos.net/bloglgc/media/blogs/minatura/pdf/RevistaDigitalmiNatura117.pdf
Mi cuento es:
Héroe fatal
Nemesio entra a la pulpería con la cara, manos y camisa llenas de sangre. Los paisanos no lo saludan, no sacan las miradas de sus cartas, siguen con su partida de mus, guarecidos debajo de la capa espesa del humo de los cigarros. El pulpero pone en la barra un trago de caña y se mete en la cocina. Nemesio se acerca al vaso, marca sus huellas ensangrentadas sobre el cristal y se lo lleva a los labios, traga de un saque. El pulpero reaparece ni bien el vaso vuelve a golpear contra la madera de algarrobo y repone el trago. Nemesio repite la acción de tomarse la caña, de un solo trago, el pulpero de meterse en la cocina y reaparecer al sonar el vaso vacío. Y se repite hasta que se termina la segunda botella de caña y Nemesio se desploma sobre el piso de tierra. Automáticamente. la partida de mus y los feligreses (con su indiferencia a cuestas) se van corriendo de la Pulpería. El Pulpero reaparece con trapo y balde. Moja el paño con el agua del balde y limpia cara, manos, brazos y pecho de Nemesio. Luego le quita la camisa y la mete adentro del balde, donde el trapo flota sobre un agua enrojecida. El pulpero se mete en la cocina. Se escuchan ruidos metálicos. El pulpero reaparece con una cuchilla de monte, se acerca a Nemesio y le corta el cuello. El pulpero no mira la sangre que mana y vuelve a ensuciar la piel de Nemesio. El pulpero no quita los ojos de la empuñadura que su mano sostiene con firmeza y, tras un grito ahogado, lamenta el ahogo punzante que ahora siente en su pecho.
Al día siguiente, el diario local llega para sacar la foto que mostrará al héroe que cazó a El Lobizón. En esa foto se verá a El Pulpero sentado en el suelo con la espalda apoyada en la parte baja de la barra, la cabeza algo ladeada a la derecha, con los ojos entreabiertos y la mano aferrada a la empuñadura de la cuchilla de monte que, en la madrugada, se clavó en el corazón. A sus pies yace Nemesio, su séptimo hijo varón. La sangre de ambos, fundida sobre el piso de tierra, está seca.

lunes, 12 de marzo de 2012

¿Qué es un Corrincho?


A fin del año pasado, Marcos Almada y Patricio Eleisegui, dieron por finalizado el ciclo literario Corrincho. Mensualmente nos convocaron a leer en un Centro Cultural de Almagro conocido como "El Pacha". Para dar por terminado estos encuentros, a quienes leímos alguna vez, nos pidieron que hagamos un escritos sobre El Corrincho con total libertad. Yo me lo imaginé como una bestia:

Viaje interior
Atravieso el tracto de baja lumbre, paredes exudadas. Me pasan por el costado corrientes de un aire espeso, casi irrespirable y ligeramente dulzón. Camino el fondo, donde un arco recorta un espacio aún más oscuro. Me detengo. Estoy debajo del arco, a las puertas del saco. Dudo en dar un paso al frente o atrás y volver por donde vine, reencontrarme con mis colegas, decirles que se acabó mi valor y que, antes de perderme solo, prefiero perderme mal acompañado. El saco expande y contrae las paredes. Hebras de humo blanco bailotean al ritmo de las contracciones. Avanzo. La mordaza dulce del humo cierra mi boca. El pie que adelanto se choca un objeto de cabeza cónica que no supera la altura de mis rodillas. Da para hongo. Pero no lo es, y sale disparado, se apelotona con cinco cabezas cónicas más. No puedo decir que me miran, porque no veo un soto. Tanteo las paredes, la palma de mi mano se acelera al contactar una superficie lúbrica y no voy de cabeza al suelo porque sobreviene otra contracción del saco, después la dilación y así se instala una secuencia de movimientos que no hacen más que hacer de mí, un ser de movimiento pendular. Sonido gutural, un estruje de tripas. Las paredes del saco se siguen moviendo, pero lo hacen de manera sutil. Eso me marea. Me cago en mi equilibrio, el oído medio y los otolitos que los recontra mil pario. Nunca soporté el vaivén del bote sobre el río, y ahora sé que tampoco me banco este saco. Camino, arrastrando las suelas de mis botas. El piso gomoso, por momentos, me envuelve hasta los tobillos. Los murmullos, esos ronroneos de las tripas, regresan, en esta no me agarran, me tiro a suelo. Una sustancia pastosa pega en mi cara, me levanto, se mueve el saco, me caigo. Apoyado en alguno de esos cinco que tienen cabezas cónicas, logro sentarme, tuerzo el cogote y miro el tracto por donde bajé. Se ve menos oscuro que el saco. Pienso en mis colegas, afuera, apiñados, de cara a la bestia, temblando de miedo y yo, acá, solo, en la panza del Corrincho.
Juan Guinot, 25/11/11

martes, 6 de marzo de 2012

¡Allí estaré!

sábado, 3 de marzo de 2012

Ciclo Cronopios en Bar Orsai

El viernes pasado el ciclo Cronopios desembarcó en Buenos Aires. Cronopios es un ciclo que nació en Mercedes. La escritora Eliana Ramponi a una de las organizadoras.
Durante la tertulia suele sorprender algún guitarrero, un actor o una murga. También, ambientan el espacio con muestras de arte (como lo fue la muestra de fotos de Angel Rutigliano).
El orden de las fotos me muestra a mí leyendo un fragmento de mi novela "2022-La Guerra del Gallo", a la escritora Carmen Gioscio y, finalmente, a Eliana Ramponi.
Si querés sumarte al ciclo, buscala por Facebook o escribime que te contacto. Es un nuevo espacio que se suma a Carne Argentina, Alejandría, Naranjas Azules, Outsider y muchísimas tertulias literarias que, por suerte, abundan en Buenos Aires.